El popular fruto del pomelo es grande, redondo, de unos 15 centímetros de diámetro. Cuenta con una cáscara de color amarilla o rosada, carnosa y con una serie de glándulas que exudan una suerte de aceite muy aromático. En su interior posee, aproximadamente, 14 gajos – o carpelos – separados unos de otros por una membrana que, en su interior cuenta con una pulpa muy jugosa, de sabor dulce o amargo, según la variedad de la que se trate. También el color de la pulpa es variado y puede ser, desde amarillo hasta un rojo intenso. En el interior de los gajos se encuentran las semillas que son pequeñas y blancas. La cantidad de semillas puede variar.